#ElPerúQueQueremos

La difusión danzistica en entredicho

Publicado en diario Los Andes |  24 Feb 2006

Publicado: 2023-08-17

https://www.losandes.com.pe/oweb/Opinion/20060224/177.html 

Los elencos de danza que empezaron a formarse entre los años 30 y 40 aproximadamente, como un rezago de los congresos indigenistas de principios de siglo XX. Sobreviven hasta nuestros días entre dimes y diretes. En un tiempo de rápidos cambios tecnológicos, con teorías comunicaciónales y escénicas que evolucionan. Los elencos de danza o Ballet folclóricos han dejado de ser funcionales para la preservación y la difusión cultural. Jugando en la actualidad un rol cuestionable. Pues como supuestos embajadores de las culturas regionales que pretenden representar, no son sino actualmente tristes remedos o bodrios espectaculares, que por aburridos resultan prescindibles. Habiendo perdido sus orígenes sustantivos de preservar y difundir ciertas tradiciones, costumbres, ritos y artes de las culturas regionales. Quedándose reducidos a la repetición mecánica del movimiento, el colorido del traje o el exotismo de sus pasos.

Los elencos de danza o Ballet Folclóricos arrastran las formas y fondos de sus pioneros, la mayoría de ellos, hijos o herederos de hacendados, mistis o gamonales, que veían en la religión y danza folclórica, una manera de preservar su hegemonía. Y de idealizar un espacio-tiempo en el que todavía no se les arrancaba el poder. Salvo honrosas excepciones, la mayoría se encargaron de preservar un arquetipo cultural caduco. Asumiendo y hegemonizando una función que no les correspondía, cortando la posibilidad a las comunidades dueñas y ejecutoras de sus tradiciones de encontrar sus propios caminos y mecanismos de preservar su patrimonio y conquistas culturales.

Elencos de danza que se resisten a renovar su repertorio y sin la decisión de incluir la visión antropológica, que se tiene actualmente de los pueblos originarios. Así terminamos con espectáculos que se sienten envejecidos y responden más bien a estereotipos. Situación que no solo es local, pues problemática análoga se siente en los festivales con presencia de elencos folclóricos. Las noticias del exterior avisan de un Ballet Folclórico Mexicano detenido en la época del idealismo nacional-socialista mexicano de los años 50. O un Ballet Folclórico Chino reducido al virtuosismo y el arquetipo cultural del periodo maoísta. Y en nuestro medio un Ballet Brisas Del Titicaca reducido a la repeticion mecanica del movimiento. O un Ballet folclórico Theodoro Valcárcel en el que todavía se lee las estructuras del congreso folclórico de los años 50 y los aportes en el uso del espacio de la danza occidental de una joven Trudy Kresell.

Así terminamos con una danza que refleja la parte más exótica de su cultura. Pero en el que se dilata u omite, las tensiones sociales, los valores originales y las reivindicaciones civiles y culturales que siempre han buscado los pueblos originarios. Los mismos que son reemplazados por una visión aséptica e inocua. Elencos de danza que terminan siendo el reducto que invisibiliza las demandas actuales de las comunidades. Convirtiéndose en un fenómeno distorsionante de la realidad de los pueblos originarios y en más de una vez afectándolos o agrediéndoles, de manera directa u indirecta con una visión que no corresponde a la realidad.

Esto principalmente se da por que quienes actualmente o se entregan a la difusión de danzistica dirigiendo elencos. Son principalmente sujetos vinculados o herederos de un estado criollo que se resiste a reconocer los aportes culturales, sociales y políticos de las estructuras de los pueblos y comunidades originarias. Directores de elencos de leguleyadas y piernas de corredores, que se aferran a una tradición de un feudo casi familiar. Negándose a integrara los aportes estéticos, antropológicos y sociales de nuestro tiempo.

Elencos culturales en el que la abstracción plástica, musical o kinesica se reduce a la repetición mecánica del movimiento, la melopea del estribillo y el colorinche textil. Con una visión unilateral y casi antojadiza de las conquistas culturales de las comunidades, en el que los aportes fenomenológicos, estructuralistas y constructivistas de la cultura popular es casi obviada.

Los elencos de danza se enseñorean de mostrar una visión mestiza, y de los desvalores que la identifican frente a los aportes de las comunidades originarias. Por eso es casi nula su presencia en las demandas políticas, sociales y culturales de un campesinado explotado y expoliado. Directores de elencos que están bien instalados de burócratas en los organismos de un estado criollo, en el que la danza es el pretexto para mostrar sus vínculos políticos y de clase económica con un estado discriminante, segregante y excluyente con el indígena actual.

Así los elencos de danza son manejados por analfabetos funcionales y profesionales de camarillas, corruptelas y clientelismo político, bien integrados por una burocracia de gestos y actitudes parasitarias. En el que la danza sirve para graficar sus recursos económicos, sus hábitos individualistas, sus estéticas competitivas y su clara ideología lienante y neoliberal. Por eso se organizan, establecen, vinculan e integran desde estructuras que simulan una seudo democracia. Para terminar justificando cualquier promiscuidad u distorsión con la ya trillada frase, "el folclore incluye todos los cambios". Olvidándose que esos cambios han sido parte de un proceso largo, reflexivo y casi dolorosos.

Así terminamos con elencos obnubilados y atrasados en lo fundamental, y permisivos en lo aleatorio. Elencos de danza condenados al pastiche, el colorinche de telas importadas, colgados de una seudo atracción turística, y una promoción andante del alcoholismo*, el negociado redondo de las cerveceras trasnacionales y los politiqueros. Para mantener sujetos, obnubilados y distraídos a una población ansiosa de cambios.

A propósito del alcoholismo que muchos dicen es parte de nuestra cultura. Leeré algo ya se dijo a principio de siglo y los años 20 "El gamonalismo es fundamentalmente adverso a la educación del indio: su subsistencia tiene en el mantenimiento de la ignorancia del indio el mismo interés que en el cultivo del alcoholismo" ( J.C.M. en 7 Ensayos de la Realidad Peruana). Palabras fundamentales que tiran por los suelos cualquier posición que pretende avalar el uso del alcohol como parte de nuestra cultura originaria.

Igual pasa con los elencos no profesionales de personajes de disfrazados de dorados y plateados, un día de reinado. El resto del año expoliados maltratados, hambrientos trabajando en una agricultura incipiente, en una textileria de subsistencia. Tejiendo las fibras locales que nunca serán usadas por los elencos folclóricos. Pues ellos prefieren el colorinche de telas baratas producidas en serie o importadas que llegan del mercado tailandés o de ciudades peruanas con obreros indígenas sometidos a sueldo de hambre.

A un lado el paternalismo falaz y populista, el negociado de premios y jurados. Las borracheras y comilonas de burócratas disfrazados en un seudo folclore. Al otro lado la educación ultrajada, comunidades enteras olvidadas en la miseria, una población de sueldos exiguos y volátiles. portadas, que llegan del mercado tailandés o de ciudades peruanas con obreros indígenas sometidos a sueldo de hambre.

A un lado el paternalismo falaz y populista, el negociado de premios y jurados. Las borracheras y comilonas de burócratas disfrazados en un seudo folclore. Al otro lado la educación ultrajada, comunidades enteras olvidadas en la miseria, una población de sueldos exiguos y volátiles.


Escrito por

YANAVICO Casa Taller

Operador estético, auto gestionado y auto emancipado que dinamiza voluntades recursos humanos-materiales-tecnológicos-populares. Peru


Publicado en

YANAVICO casa Taller

Activismo independiente, auto gestionado y emancipador que dinamiza voluntades recursos humanos-materiales-tecnológicos populares Puno-Peru