Dice Fernando Rospigliosi, que El Caso Madre Mía, es cosa juzgada y

no debe reabrirlo la corte interamericana de derechos humanos. Que es

una estrategia de las Ongs, y los zurdos que se han visto desplazados

por el actual gobierno.

A ver de a pocos y por cucharadas. ¿Son solo las Ongs y los

izquierdistas sin chamba, los que miran asombrados el giro a la

derecha de Humala? O un buen porcentaje de la población que creyó en

su discurso de campaña y ahora se siente estafado.

Pues bien, preguntémonos: ¿En qué se parece el argumento de Fernando

Rospigliosi, con la postura aprista sobre la prescripción del ”Caso

el Frontón, Lurigancho y Santa Barbará? ¿Qué dice la jurisprudencia

sobre la autoría mediata en el asesinato de 124 presos, y registrada

en las actas del Consejo de Ministros del 19 de junio de 1986, con

felicitación incluida al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas que

Giampiettri dirigía?

¿En que se parece el argumento de ex Ministro del Interior conocido

por los uniformes policiales de mala calidad, con la posición

fujimorista de Martha Chávez en plena dictadura a favor del retiro de

nuestro país de la Corte Interamericana de Derechos Humanos?

¿Será el temor de poner el dedo y que salte la pus, lo que produce el

caso Madre Mía? ¿Por qué desde que estuvo en campaña sufre de amnesia

temporal, si es el principal denunciado? ¿Porque prefiere el

silencio y permite que salgan oportunistas mediáticos con sueldo de

la Embajada de Estados Unidos, a pronunciarse sobre su caso? ¿Qué

paso señor Humala también le hicieron la cura del sueño como a Alan

García?

Con la enorme corrupción en el Ministerio Público, el Poder Judicial

y las denuncias sobre compra de testigos. ¿Puede el señor Rospigliosi

garantizar el archivamiento fue inmaculado y sacrosanto? No, nos

hagamos los suecos y reconozcamos parafraseando a Shakespeare que:

Algo se pudre en Madre Mía.

Si el ciudadano Fujimori, está preso por la autoría mediata de

violación a los derechos Humanos. El señor Humala no podría hacer un

esfuercito, reconociendo y explicándonos en que consistía esa autoría

mediata y como se articulo la línea de comando en el Caso Madre Mía.

El como Capitán del Ejercito en esa época, pretende hacernos creer

que era ciego, sordo y mudo. Que cada vez que llegaba la orden del

comando se metía en su carpa de campaña para no ver, escuchar, ni

hacer nada.

Si el suelo esta parejo, porque tanto alboroto. Si nada se esconde,

porque tanto miedo. Porque tanto mimo y coqueteo con el fujimorismo

la última semana. Dándole alas para que declaren que pedirán el

indulto, para el preso de la Diroes.

Así como Carlos Chipocco se esmera en afirmar que Nadine Heredia es

presidenciable. Porque no atender proactivamente la petición que se

ha formulado a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, para

revisar dicho caso.

Esperemos que esta vez el ciudadano Humala no aparezca para hablar en

tercera persona: El Presidente Humala, no sabe lo que el Capitán

Humala hizo en Madre Mía. Eso sería lo más explicito de su

responsabilidad.