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Nueva Constitucion

¿estamos dispuestos a dar ese paso?

¿cuál es la naturaleza de la representación política, del ejercicio del poder? ¿en dónde reside el núcleo de la sociedad? ¿quién decide como son representados los pueblos originarios? son preguntas que rondan cuando nos planteamos el cambio de la constitución ¿cambio, a dónde, cuáles serán las nuevas coordenadas de la nueva constitución?

JESUS ALEGRIA ARGOMEDO

Publicado: 2019-03-12

¿cuál es la naturaleza de la representación política, del ejercicio del poder? ¿en dónde reside el núcleo de la sociedad? ¿quién decide como son representados los pueblos originarios? son preguntas que rondan cuando nos planteamos el cambio de la constitución ¿cambio, a dónde, cuáles serán las nuevas coordenadas de la nueva constitución? En las últimas elecciones en Perú, la nueva constitución fue parte del discurso de las izquierdas, su carácter ilegítimo ganado durante la dictadura fue parte del cuestionamiento y los imaginarios que se construyeron en los discursos políticos que se remitían principalmente al capítulo económico. Pero nunca formó parte de dicho discurso, ni se cuestionó la naturaleza de la representación política en un Estado nación que aun padece su propia colonialidad. Nunca se pensaron nuevas coordenadas desde el devenir trascendente propio de las culturas originarias, pues se pensó y planteó modificaciones desde el jerarquizado modelo romano colonial, naturalizado como único, incuestionable y hegemónico.  

La izquierda reproductora de los discursos del multilateralismo “oenegesero”, se ha posicionado a partir de las demandas ambientales, de los derechos de las mujeres y minorías sexuales, cuestionando los mecanismos del desarrollismo, pero siempre desde la misma óptica romano colonial que nos rige. Nunca se discutió siquiera nuevas coordenadas, ni ha tomado la visión aun presente de los pueblos originarios. Por eso la naturaleza de la representación política se sigue pensando como hegemónica, única e incuestionable a diferencia de lo que ocurre en los pueblos originarios, en donde la representación resulta en un dispositivo que constituye el sujeto como parte de su ser colectivo. El individuo constituido en tanto parte del paisaje de su comunidad y en tanto se pone al servicio de ésta mediante el ejercicio de la representación, nos remite a preguntarnos si estamos dispuestos a construir una nueva constitución que se entronque en el modelo cultural de nuestras culturas originarias ¿estamos dispuestos a dar ese paso?

El segundo punto que deviene del primero, en constituir la sociedad a partir de la persona, su materialidad, sus subjetividades, sus imaginarios y sus relaciones colectivas y de poder, dejando de lado el jerarquizado contrato de bienes "la familia" del modelo romano colonial, tal como establece la actual Constitución, deviniendo en horizontal y contenido en una perspectiva trascendente "el bien común", la fraternidad, el tercer principio olvidado de la revolución francesa, que constituye a los sujetos en su libertad e igualdad, pero en un marco de fraternidad. Al ser la persona y no "la familia" quien constituye la base de la sociedad" el paisaje político no se reduciría a tenencia de bienes sino a un paisaje pluricultural, plurilingüístico, plurisexual, plurigenérico que exigirá estar representado como una diversidad de núcleos que constituyen a la sociedad transversalmente, por tanto en legítimas condiciones podrían acceder a la representación ¿estamos dispuestos a dar ese paso?

Este 2do punto nos plantea el reto de los mecanismos de representación política legitima de los pueblos originarios y todas las diversas ciudadanías. Les impondremos el modelo romano colonial jerarquizado de la partidocracia o nos remitiremos automáticamente al modelo comunal asambleísta para hacer efectiva su participación política. Este último modelo tiene larga experiencia y es la forma efectiva en que participan actualmente los pueblos originarios intraculturalmente. Entonces. la naturaleza de la representación política no radica, desde esta visión, en la representación jerarquizada y privilegiada que siempre establece exclusiones y marginalidades, sino en el servicio a colectivo ¿estamos dispuestos a dar ese paso?

Es una perspectiva posible gracias a la renovación por tercios u otras posibilidades que podrían brindar las nuevas tecnologías y la democracia de alta intensidad, activa, continua y vigilante, donde la representación política no se constituya en algo rígido e irrevocable, sino a la manera de voceros de la asamblea comunal; su permanencia en el cargo sería posible en tanto no sea revocado de su cargo gracias a la democracia de intenso control social. Existen algunas experiencias en ese sentido como la del partido del internet en España que tiene un software para el ejercicio de la democracia liquida, que lo distribuye gratuitamente, eso haría más rápida, real y efectiva, no solo la representación política sino también su legitimidad. Otra posibilidad es recoger la experiencia asambleísta de los zapatistas que les permite sobrevivir pese a lo invisibilizados e ilegitimados por el Estado mexicano.

Legitimidad que en este momento es cuestionada en Perú; por un lado, porque el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) se rige por una ley que le otorga la función de garante de la legalidad, pero no de la legitimidad. Esto ha llevado a que más del 56% de la población electoral, no esté representado en el congreso, que está en manos de un partido al que le han asignado el 80% de las representaciones con tan solo 36% de la votación. Gracias a esta ley se establece que solo los partidos que tengan más del 5% de votación estarán representados en el congreso, norma legal que tiene forma democrática pero esta vaciada de contenido democrático poniendo en cuestión la legitimidad de la representación, así como las relaciones de poder sobre quien manda y quien obedece. Podría ocurrir que en las siguientes elecciones solo un partido logre el 5% y todos los demás menos de esa cifra, automáticamente el 100% de la representación congresal recaería en dicho partido de manera ilegítima, aunque legal.

En la actualidad la confluencia que dirige Gregorio Santos a iniciado la recoleccción de firmas para un proyecto de ley que busca la Reforma de la Constitución, eso es lo que dice en la cabecera de los planillones. Pero lo que nadie sabe cual es el contenido de ese proyecto de ley que busca reformar la constitución, no cambiarla ni hacer una nueva constitución sino solo reformarla, por eso se hace necesario preguntarnos ¿cuál es el contenido de dicho proyecto de ley? ¿porque no se publica el contenido de dicho proyecto de ley, o no existe?Eso nos lleva reiteranamente a preguntarnos en torno a la legitimidad, a los mecanismos que garantizan a ésta y a la naturaleza de la representación política. Entonces variar las coordenadas de una nueva constitución nos remite a preguntarnos nuevamente sí, estamos dispuestos a dar el paso de discutir en el espacio público las relaciones de poder jerarquizadas.

JESUS ALEGRIA ARGOMEDO·

publicado como nota en facebook el LUNES, 14 DE NOVIEMBRE DE 2016



Escrito por

YANAVICO Casa Taller

Operador estético, auto gestionado y auto emancipado que dinamiza voluntades recursos humanos-materiales-tecnológicos-populares. Peru


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