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Ni xenofobo ni racista

Perú invadido por Adecos y Copeyanos 

El problema no es la migración, sino el colonial trato diferenciado, la instrumentalización política y la indiferencia a nuestra problemática, la de todos los días: desempleo, acoso al derecho sindical, criminalización

Jesús Alegría Argomedo

Publicado: 2018-10-22


Todo este discursillo que acusa de xenófobo y racista al ciudadano de a pie, invisibiliza el gran problema del sistema que nos acogota con medidas diferenciadas y nos ubica históricamente en situación y condición de colonial desventaja. Por un lado al peruano le prohíben el comercio ambulatorio pero con los venezolanos se acuerdan del trato humanitario y les permiten la venta ambulatoria; y ahora han decidido revalidar sus títulos profesionales para competir por puestos laborales y quebrar a los incipientes sindicatos.

No voy a caer en la provocación de acusarlos de delincuentes, porque aquí tenemos muchos con saco y corbata, vestidos de verde, negaciónistas, violadores de DD.HH, indultados o que fungen hasta de jueces, pero de esos muy pocos se quejan. Inseguridad tenemos incluso desde antes de que lleguen los colombianos, los venezolanos sólo hacen más visible un problema casi naturalizado.

El problema no es la migración, sino el colonial trato diferenciado, la instrumentalización política y la indiferencia a nuestra problemática, la de todos los días: desempleo, acoso al derecho sindical, criminalización de la protesta y precariedad laboral.

Los venezolanos no vienen y se suman indignados a exigir que nuestro gobierno democrático cumpla las leyes laborales. Ningún gesto de indignación cuando se atenta contra la libertad sindical. Ningún atisbo de solidaridad con la situación de quiénes padecen TBC, la anemia y la desatención a los VIH positivos.

Es cierto que los migrantes dinamizan un sector de la población (alquileres, bienes de consumo y enseres básicos), pero también es cierto que empobrecen abruptamente a otros, que siempre son los que menos tienen y para los que no hay ninguna decisión política de protección, contención o subvención. Igualmente debo decir respecto a las indígenas mapuche que fueron desplazadas por las nanas peruanas, más sumisas, más desprotegidas y con nula mirada política a los privilegios de sus patrones que se beneficiaron, por acción u omisión, de la violación de los DD.HH.

Por otro lado es cierto que muchos peruanos han migrado, pero Menem en Argentina les negó la posibilidad de legalizarse y México se convirtió en el tapón de EE.UU. con miles de deportados; Chile exigía que llegues en avión y con bolsa de viaje a la vista. Lo he visto con mis ojos cuando estaba en el Aeropuerto de México DF, como deportaban a 5 jóvenes peruanos. Cuando migrabas siempre ha sido en situación y condicion de servidumbre y para oficios menores. Nunca ha sido para obtener automáticamente acceso al sistema de salud, revalidar tu título ni ejercer la "excepción legal" del comercio ambulatorio. Hoy mismo, en Chile, los “pacos” (policías) persiguen, decomisan y botan a los peruanos que ejercen precariamente la venta ambulatoria. Igual en Uruguay donde para insertarte en una de sus ferias, los propios comerciantes te auscultan en un largo proceso disuasorio. En Brasil solo podías ejercerlo subiendo a los buses para venderlo clandestinamente. Así que nunca hemos migrado para estar opinando en los medios sobre política interna o estar presionando para que otorguen mas medidas beneficiosas o sanciones a tu país de origen.

Mientras los medios y un sector de la población, con ciertos privilegios, hablan de que los venezolanos son educados y son profesionales altamente calificados; no dicen ni pio que obtuvieron esa educación gracias al modelo educativo implantado por el chavismo (elegido democráticamente), que permitió el acceso a la educación a miles de venezolanos, creando diversas universidades para cubrir la desatención educativa que había dejado el oprobioso pacto del Punto Fijo. También se olvidan decir que no llegan migrantes enfermos ni desnutridos porque el acceso a la salud dejo de ser un privilegio para convertirse en universal y gratuita para todos. Pero de eso no se habla, igual silencio guardaron cuando un grupo de venezolanos convocó a una protesta en las afueras de la Embajada Venezolana en nuestro país.

La pregunta inocente es ¿les otorgaron el permiso o les prohibieron como lo hicieron con el joven que se atrevió a bailar en el pudiente parque del olivar? ¿Castañeda les corto la luz como lo hizo con los marchantes contra el indulto en la plaza dos de mayo? ¿Se opuso el municipio de San Isidro por atentar contra el tráfico y la libre circulación?

Así que no hay xenofobia, ni racismo cuando se rechaza al sistema que instrumentaliza la problemática venezolana (generada por EE.UU), para precarizar, aun más, y dividir a la población. Y se rechaza el actuar del migrante que viene como portátil de un modelo que históricamente a precarizado a todos y encima exige trato diferenciado. Así que rechazar el discurso político de venezolanos en TV Perú, radio Exitosa, Capital y RPP, llamando cada tanto, para decir que Cuba es un desastre (con cero desnutrición y el país más longevo por su sistema de salud), me incomoda. Y no por eso, me convierto en xenófobo ni racista, que son males que yo mismo he padecido. Que me disculpen las personas que tienen cable, netflix o net pero yo solo accedo a tv y radio abierta dada mi situación económica, no vivo en una burbuja de privilegios.

Además me incomoda porque existe una norma internacional, que prohíbe a los refugiados políticos a emitir opinión política del régimen del que escapan, así como del que los recibe. Así que toda esta movida política que incluye un aceleradísimo proceso de nacionalización, que les otorga el derecho al voto, es una intentona para quebrar la aun precaria movilización de la izquierda. Obviamente que ahora no tienen la posibilidad de votar, pero de aquí a 3 años, en las próximas elecciones, cuando ya puedan acceder a esa posibilidad ¿para qué sistema político votaran los nuevos votos golondrinos (nacionalizados)? ¿A quiénes instrumentalizará, nuestra derecha (bien patriota) para quebrar cualquier posibilidad de cambio en el modelo económico?

No es difícil darse cuenta que la estrategia del divide y vencerás se está aplicando nuevamente en la región. Ya lo hicieron antes con diversos intentos de golpe de estado en la propia Venezuela y las medidas de presión económica de EE.UU y el acaparamiento. Además ya tenemos la penosa experiencia de Bermudez con el Plan Cóndor que nos dejó con la economía en la bancarrota. Y en Chile como se tumbaron al gobierno de la Unidad Popular con la misma política de desabastecimiento que aplican en Venezuela. Pero ahora lo hacen más sofisticado y lo exportan bajo el modelo democrático generando una propaganda internacional y pánico económico en el país receptor de migrantes.

Ahora utilizan a los venezolanos para hacer mala fama a un gobierno izquierdista, mañana les echaran la culpa de todos los males incluido el desempleo. Acusando a los migrantes del descalabro económico de la derecha, le pasarán la culpa al miedo o a cualquier gobierno de izquierda. Por eso, en los medios nunca preguntan a los venezolanos si quieren volver al modelo político corrupto anterior al chavismo.

Preguntémosle si quieren volver a la época del caracazo con miles de asesinados por el demócrata Carlos Andrés Pérez de Acción Democrática, o si quieren a la época de Rafael Caldera con su política de “borrón y cuenta nueva”, si quieren volver a la época del bipartidista pacto de punto fijo de adecos y copeyanos (Acción Democrática -AD y COPEI (comité de organización política electoral independiente) que mantuvo a Venezuela durante 50 años con la peor política económica, la peor política de seguridad alimentaria, la peor política educativa, la peor política de salud. Preguntémosle si quieren volver a la época del “disparen primero y averigüen después” de Betancurt, pero claro de eso no dicen ni pio, ni los medios, ni ese pequeño sector de la población que vive con privilegios.

Por eso en la propia Venezuela no se a armado todo el barullo por la democracia, sino por el petróleo. Si fuera por la democracia ¿por qué no intervienen Arabia Saudí, Haiti o Belice?

Entonces rechazar estas maniobras políticas y a sus portátiles no tiene nada de xenofóbica ni racista. Hay silencios oprobiosos y posturas populistas oportunistas que van en contra del propio pueblo (como el fujimorismo). Así que no caigamos en la provocación sentimental del "pobrecito" sin antes denunciar al sistema político que lo produce, provoca, sus intereses y manipulaciones.

Jesús Alegría Argomedo Rodriguez


Escrito por

YANAVICO Casa Taller

Operador estético, auto gestionado y auto emancipado que dinamiza voluntades recursos humanos-materiales-tecnológicos-populares. Peru


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